Expectación mucha expectación.
Había oído hablar de ello, pero claro no es lo mismo lo que
oyes que lo que vives.
Es como cuando nos metíamos un sobre de Petazetas en la
boca, te lo habían contado antes pero hasta que aquellas piedrecillas con sabor
a fresa no te bombardeaban el cielo de la boca no sabes de que va.
Responsabilidad mucha Responsabilidad.
Lo haré bien, sabré hacerlo.
Exámenes, trabajos y hasta respirar lo sabía hacer, pero a
partir de ese momento aquellas preocupaciones y ocupaciones iban a ser baladíes, incluso lo ridículas, al lado de lo que
venía.
Miedo mucho miedo.
La hora se acercaba.
Todo iria bien, pero y si no era así.
No había vuelta atrás, el día estaba fijado, casi el minuto.
Miles de pensamientos por tu cabeza, cientos de preguntas,
decenas de dudas…y una hora…la una del mediodia.
Miré mi muñeca izquierda de reojo y casi inconscientemente
sustituí las 13 horas de mi reloj digital por la 1 p.m., nunca fui demasiado
supersticioso, ser supersticioso da mala suerte, pero en ese momento lo fuí
Quince minutos después todo cambió.
La ilusión sustituyó a la expectación.
Las dudas sucumbieron
ante la alegría.
Los miedos fueron devorados por la vida.
…un bebe sonrosado en
los brazos de un padre primerizo y la sonrisa del segundo reflejada en los preciosos ojos
negros del primero.
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