jueves, 29 de octubre de 2015

LAS HORAS




El sosiego de su voz
atravesando el crin de caballo
hacía infinita las horas,
la paciencia viva, se recreaba
como gotas sobre el agua,
apenas vivas, desaparecían
el silencio de su mirada de alma,
retrospectiva.

No había peor silencio
que el mal interpretado
ese juego de cartas mentales,
una tras otras caen
las marcas, las copias,
las mezclas y siempre pierdes
porque el juego es de otro,
menos de la vida.

Revuelves los papeles,
buscas sus letras y nada se resuelve
no hay nada más por hacer,
cuando perdido era un buen lugar
solo que no sabes bien donde virar
el reflejo del reloj y ya
es otro tiempo
zurcido en el borde
el eco del piano con el pulso
los pies y su andén de ritmos.

La mano derecha se hace infinita
se amontonan los dedos
y pasas de ser nota tenue
a un revoltijo a toda máquina
recorres el mismo sitio
no sabes donde empiezas
y la vida es mejor así
te conectas contigo misma
deambulas con los ojos de Meryl Streep
“Eso es lo que hacemos,
lo hace todo el mundo,
seguir vivos por los demás.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario