lunes, 24 de noviembre de 2014

NO LE DIO LA GANA

Podría quejarse de que el trabajo no era el de su vida...pero no le dio la gana.
Podría quejarse de sus canas que ya comenzaban a superar en número a sus cabellos castaños…pero no le dio la gana.
Podría quejarse de las arrugas de su frente o de sus sienes…pero no le dio la gana.
Podría quejarse de Juan, de Pedro o de Luis…pero no le dio la gana
Podría quejarse hasta de los kilos de más que pedían paso a través del nuevo ojal de su cinturón…pero no le dio la gana.

Podría quejarse de Cupido, de Valentín o hasta de San Dionís…pero no le dio la gana.

Ya era tarde para quejas.
Ya se había despojado de ellas.
Ya llevaba enfundado el traje de Feliz y sonriente...y estaba dispuesto a lucirlo y a usarlo


No hay comentarios:

Publicar un comentario